- Y como bien sabemos, el fruto no cae lejos del árbol, así que antes de criticar el comportamiento de nuestros hijos, reflexionemos humildemente en lo que nosotros le hemos irradiado y corrijamos el rumbo empezando con nosotros mismos, mirando y quitando.
- Nuestros hijos, que son responsabilidad nuestra en
- Entonces, como Dios está en todos y en todo, el Amor es hacia todos y hacia todo, comenzando, desde ya, con nosotros mismos, porque jamás podremos dar lo que no poseemos, jamás podremos ofrecerlo ni compartirlo con nadie y por causa y efecto jamás llegará a nuestras vidas porque uno cosecha lo que siembra, lo que haces habla tan fuerte que no le deja escuchar a los demás lo que le dices.
- Pero el Amor no termina ahí. El Amor es hacia las plantas, hacia los animales –que constituyen una muestra única de amor desinteresado- hacia los árboles, hacia nuestro hogar y las cosas que existen en el.
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