La Tierra está ahora en una coyuntura vital que va a determinar el futuro de las próximas generaciones. Gracias a la tecnología y otros factores, se posee una perspectiva global sobre el estado de la humanidad y por ello la sabiduría que poseemos en nuestro interior es crucial para la supervivencia de la humanidad.
Los cambios que están desarrollándose ahora en todos los continentes se están produciendo debido a generadores de cambios divinos. Este poder está en nosotros y es el propio poder para cambiar la realidad pero para ello es necesario deshacerse de las dudas que hacen olvidar lo valioso y crucial de nuestra plena expresión divina.
Olvidar y dudar pertenece al género humano, pero por debajo de ese manto, se encuentra la luz y el amor brillante de nuestro Ser, que nos guía de manera inquebrantable ante cualquier circunstancia que tengamos que vivir.
En la medida que nuestra conciencia se vuelve más profunda, la luz interior aumenta más y más, al mundo se lo empieza a contemplar con otra mirada, evitando así quedar atrapados en la mentalidad colectiva, para dar lugar a nuestra propia verdad y a actuar como generadores de cambios divinos, llevando luz y amor a nuestro alrededor.
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