- Conciencia que es la unidad, es dominio de tu corazón
“Debes aprender a escuchar, hijo mío, es parte de tu entrenamiento. Tienes parte del todo dentro de ti y el todo se comunica contigo continuamente, pues eres parte del todo. Debes estar atento a todo lo que llega a tu mente. Debes aprender a reconocer cuándo la información viene de tu presencia divina.
Tu presencia Yo Soy te habla continuamente, guiándote, enseñándote. Pero, algunas veces no sabes escuchar. La luz penetra en ti con cada palabra, con cada emanación de amor de tu parte divina. Debes saber responder con amor, aceptar y agradecer.
La unidad está concretándose, no más dualidad, no más abajo y arriba. No más “yo y mi presencia”. Mi parte divina y yo somos uno.
Dios habla en nosotros constantemente. Tienes que despertar a esa conciencia. Hazlo ya. Es imperativo. La separación de la fuente se terminó. No esperes entender esto completamente con tu mente terrena, pues ella no conoce más que la dualidad. Esta nueva realidad de conciencia que es la unidad, es dominio de tu corazón. Él es el que está sentado en el trono.
Si tratas de explicar la unidad con tu mente terrena, verás que se enrollará en planteamientos de lógica dual trayendo solo confusión. Pues no la expliques. La unidad se percibe desde el amor.
Sin embargo, tu mente es un poderoso y bello instrumento de creación que también debe formar parte de esa unidad. Poco a poco, día tras día, has ido sintonizándola con la voluntad divina. Recuerda esos momentos de gran inspiración, es entonces cuando ella vibra al unísono con tu corazón. Son uno.
Durante mucho tiempo se les ha enseñado a los discípulos en todas las prácticas de conexión con su interno o parte superior, que deben acallar su mente, pues la mente es la guarida del ego. En esta era de luz, tu mente será un palacio, alineado/aunado con la mente divina. El ego transmutado en luz, en sirviente devoto del que está sentado en el trono de este palacio.
No lo olvides, soy tu guía, somos uno.”
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