¿Cómo Ver La Luz Entre Tanta Oscuridad?

Afirmar que la luz existe entre tanta oscuridad, es un tanto delirante para una parte de la Humanidad que no cree en la existencia de la Vida Espiritual, ni piensa en ella, ni se cuestiona su existencia.

Otros no logran dejar las estructuras mentales rígidas impuestas por las tradiciones ancestrales, y no logran ver más allá de su “lógica”.

Nuestra Madre Tierra que se mueve para dejar paso a la salida de energías viejas y darle la bienvenida a las que están ingresando. El clima se modifica con la velocidad del pensamiento.

En toda esta situación general afirmar que la Luz existe entre nosotros y el futuro que se avecina es: la Era Dorada, realmente les cuesta a muchos creerlo.

Trascender el caos, es la gran batalla final, ver más allá de las de las circunstancias contradictorias es nuestra meta.

Entonces…

¿Cómo ver la Luz?

¿Cómo llegar a ella entre tanta oscuridad?

En realidad, si podemos verla, pero no con ojos de 3ª Dimensión, la sentimos a través del corazón y con la energía de nuestros pensamientos positivos.

Primero la sentimos, luego la materializamos con nuestros pensamientos, finalmente llega, la tan deseada era dorada.

Ustedes me dirán ¿Cómo sentirla?

Para sentirla hay que amarla, maravillarse de lo bella y pura que es.

No la encontraremos por los caminos del castigo, de la culpa, del remordimiento, pues ellos nos atan más aún a la Vieja Tierra en donde el dominio de la Humanidad se lograba a través del miedo.

Tampoco la encontraremos en técnicas filosóficas complicadas, mantras difíciles de comprender para la generalidad de la Humanidad y que no logran difundirse masivamente.

Queridos Hermanos!!!

Les propongo que cada uno con sus creencias a cuesta, sus tradiciones, sus costumbres y su vibración personal sientan la luz que está en su interior.

Simplemente abran el corazón, amen la luz y déjense llevar por ella.

Naveguen por la era dorada, tengan la certeza que a pesar de lo que vemos a nuestro alrededor, ella está presente en cada uno de nosotros, en nuestro interior y a través de su luz llegamos al final de camino.

Flexibilizar el corazón, abrirlo para que pueda salir la luz y transportarnos con su energía divina, fuente de amor que Nuestro Padre/Madre depositó en cada uno de nosotros, pues fuimos creados a su imagen y semejanza.

Está esperando que logremos trascender el Mundo de la Materia, el caos, y así llegar a la era dorada.